El trasfondo de la medida de fuerza que realiza la central obrera, con dirigentes dialoguistas y duros que intercambian sus roles a la espera de que el Gobierno ceda y los llame a dialogar. La frase “metabólica” de Pablo Moyano que alarmó a sus colegas
Entre los dirigentes de la CGT hay una euforia contenida. Llenaron las calles con manifestantes de distintos sectores sociales, sindicales y políticos en contra de Javier Milei, en una suerte de nueva vida tras el largo período de hibernación sindical con Alberto Fernández. Y ahora, creen, viene lo más difícil: la fracción dialoguista espera que la “demostración de fuerza” que fue el acto ante el Congreso provoque una convocatoria del Gobierno a dialogar. “Nadie habla de otro paro”, aseguran.
Sin embargo, los mismos sindicalistas moderados saben que sus colegas más combativos, alineados con el kirchnerismo, no tienen como objetivo abrir negociaciones con la Casa Rosada sino aprovechar la postal callejera de hoy para avanzar en su ofensiva contra el Presidente y desgastarlo.
“Fue una buena convocatoria, pero en la maratón esto recién son los primeros 50 metros”, admitió a Infobae un miembro del ala dialoguista de la CGT. Y apuntó al documento leído durante el acto como el pilar de la estrategia cegetista: allí, más allá de las críticas contra el Gobierno, se advirtió que “las sociedades se transforman con diálogo y consenso” y se destacó “la importancia del diálogo social como la única herramienta para crecer con equidad”. Son mensajes en clave que un sector del sindicalismo procura que decodifique Milei para llamarlos a una primera reunión frente a frente.
La movilización fue masiva, algo que refuerza la señal que quiere transmitirle la CGT al Gobierno, pero demasiado dispar el acatamiento al paro. Es cierto que los sindicalistas priorizaron la presencia de los manifestantes en la calle y por eso habilitaron el transporte hasta las 19. Sin embargo, la falta de acatamiento a la huelga en algunos sectores deja dudas sobre lo que ya le advirtió Sergio Massa a la dirigente cegetista: que se apresuraron en declarar un paro a 45 días de asumido el gobierno.
Mientras, por debajo de la superficie donde las tensiones dominan el escenario, hay mensajes de WhatsApp entre Milei y dirigentes como Gerardo Martínez, el líder de la UOCRA. Ambos se reunieron en septiembre pasado, cuando el líder libertario ya había ganado las PASO, con la excusa de hablar sobre el Fondo de Cese Laboral de la UOCRA, que Milei tomó como modelo de un nuevo sistema indemnizatorio. El contacto nunca se interrumpió. Martínez es uno de los líderes cegetistas que bajó su perfil en la pelea con el Gobierno con la intención de preservarse para un diálogo.
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